Despu s de Los Jardines de la Disidencia, vuelve el mejor Lethem con Anatom a de un jugador. El autor de Hu rfanos de Brooklyn y La fortaleza de la soledad indaga sobre el azar y la identidad a trav s de la historia de un jugador de backgammon que cree haber perdido sus dones telep ticos a causa de un tumor.Alexander Bruno ha hecho del azar su profesi n. Con el estuche de backgammon y la funda del esmoquin a cuestas, recorre Berl n hacia la lujosa residencia de herr K hler, donde jugar la partida que pague las deudas acumuladas despu s de una racha de mala suerte en Singapur. Pero los dados no est n de su parte y el juego se va torciendo. Est convencido de que los dones telep ticos que hasta ahora le hab an convertido en ganador le est n fallando. Quiz se deba a la aparici n de una inc moda mancha en su campo de visi n que le nubla la vista y a causa de la cual deber viajar a California aceptando la ayuda econ mica que parece ofrecerle desinteresadamente un viejo amigo de la infancia. Al igual que su visi n, su vida se difumina por momentos.
Jonathan Lethem regresa con una novela inquietante y extraordinaria que indaga en c mo las buenas cartas en la partida de la vida pueden volverse contra uno hasta hacerlo desparecer. El profundo retrato psicol gico de los protagonistas de esta nueva historia confirma a Lethem como uno de los escritores m s brillantes y originales de su generaci n.
ENGLISH DESCRIPTION
The author of Motherless Brooklyn and The Fortress of Solitude returns with a devilishly entertaining novel about an international backgammon hustler who thinks he's psychic. Too bad about the tumor in his face.
Alexander Bruno travels the world playing high stakes backgammon and hunting for amateur "whales" who think they can challenge him. Lately he's had a run of bad luck, not helped by the blot that has emerged in his field of vision, which forces him to look at the board sideways. As the blot grows larger, his game gets worse, until, at an opulent mansion in Berlin, he passes out in the middle of a match and receives an alarming diagnosis.
Out of money and out of friends, he turns to the only person who can help (and the last person he wants to see): a high-rolling former childhood acquaintance who agrees to pay for Bruno's experimental surgery in Berkeley. But Berkeley is the place where Bruno discovered his psychic gift and where he vowed never to return. There, forced to confront patchouli flashbacks and his uncertain future, he must ask himself: Is he playing the game, or is the game playing him?