En esta nueva edicion de sus notas, quisimos abocarnos a mostrar una faceta no tan difundida de Antonio Gramsci: sus reflexiones alrededor del fenomeno religioso como fenomeno de masas y la vinculacion entre el Estado italiano y el Vaticano en particular, y entre Estado e Iglesia como institucion en general. Creemos que es justo conocer otros escritos, un lado diferente de su tan vasta produccion. Para comprender bien la posicion de la Iglesia en la sociedad moderna, es necesario comprender que ella esta dispuesta a luchar solo para defender su particular libertad corporativa (de la Iglesia como Iglesia, organizacion eclesiastica), es decir, los privilegios que proclama ligados a la propia esencia divina; para esta defensa la Iglesia no excluye ningun medio, ni la insurreccion armada ni el atentado individual, ni el llamado a la invasion extranjera. Una reflexion que se lee con frecuencia es esa de que el cristianismo se ha difundido en el mundo sin necesidad del auxilio de las armas. No me parece justo. Se podra afirmar eso hasta el momento en que el cristianismo no fue religion de Estado (o sea, hasta Constantino); pero desde el momen que se transforma en el modo externo de pensar de un grupo dominante, su muerte y su difusion no pueden distinguirse de la historia general y, por lo tanto, de las guerras; toda guerra ha sido tambien guerra de religion, siempre.