Esta apasionante novela relata de forma estremecedora la vida aspera y salvaje de la isla de Sein en el siglo XIX. Es una vision que ilumina las dificiles condiciones de vida, a veces bastante sombrias, las revueltas semejantes a la naturaleza atribulada de este pedazo de tierra sometido a los caprichos furiosos del mar. Ante este aterrador telon de fondo, un honrado ciudadano, que habia asumido el papel de sacristan, decide un dia, espoleado tambien por la poblacion, ejercer de parroco, ya que la ausencia de un sacerdote en un mundo tan angustioso era una cruel carencia para el pueblo y nadie del continente queria asumir el papel en las duras condiciones de la vida islena. La novela describe la tierra natal del autor, Bretana, y se estructura a partir del sentido religioso como sentimiento original de una dependencia inevitable, una dependencia que exige un apoyo fisico, como la que los islenos buscan en el sacristan. Henri Queffelec es un nombre consagrado en la literatura francesa contemporanea. Esta magnifica novela fue llevada al cine como Dieu a besoin des hommes (1950) dirigida por Jean Delannoy y con guion del propio Queffelec, y resulto ganadora del Premio OCIC del Festival de Venecia de 1950.